Memoria y Viaje

Deseaba durante muchos años, viajar a Perú y dejarme llevar por las circunstancias. Llegué en abril, cuando terminó la temporada de lluvias. Yo también soy del campo y por eso lo busco. Pronto fui recibido por las personas más amables que generosamente me mostraban su maravilloso país. 

Ellos eran bilingües, hablaban español y quechua y varios vestían sus trajes tradicionales, algo que no se ha hecho en mi región desde la época de mi tatarabuela.

 

Después de participar en los rituales indispensables, saludé a las personas, hice faenas prácticas en los campos, cerca de las casas y cuidé de los animales domésticos.Todo sucedió en un paisaje magnífico y montañoso. En algún momento, estando ahí, vi una caravana de doce llamas que, tal vez, transportaban papas a los pueblos lejanos. Fue como ver una retrospectiva perenne. 

 

Cooperé con la cosecha de maíz y fui parte del ayni que significa ayuda del trabajo en reciprocidad. Como forastero, fui un ”minka en ayni”, esto quiere decir como un tercer integrante vinculado con una de las dos partes que ayuda en el trabajo. En el contexto danés, yo había leído que significa prestar trabajo, donde se acuerda la ayuda recíproca y se pacta tomando una cerveza. En mi niñez, en Dinamarca, había visto gente trabajando así; retirando colectivamente la nieve de las carreteras, organizados de manera similar al sistema Minka.

 

Diariamente, me resultó fácil participar en la conversación debido a mi experiencia en una comunidad rural danesa y las conversaciones brindaban a nuestras “escenas de encuentro” un cariz un poco más duradero que ser parte de un foro de los contactos.

 

Tejedura y trata de hilo permanecieron como un misterio para mí, pero los tejidos hermosos se veían por todas partes y fueron llevados con orgullo. Yo mismo, he buscado ver los trajes regionales de mi tatarabuela en el museo urbano, pero encontré solamente un fino vestido comprado por mi bisabuela, y el jefe del museo dijo: ”este es un vestido urbano, que ella podía ponerse en la ciudad sin estar ostracida“.   

 

La alegría de poder encontrar e identificar hierbas para mí y contarme sobre sus usos médicos fue inconfundible.

 

Era un poco más difícil a correrse un poco las reacciones automáticas cuando las explicaciones eran sobre la dualidad y si la dicotomía sea igual o desigual.

  

No podía pensar en nada más que imaginarme, que lo desigual se origina de un contexto material. Cuando lo llegado de afuera se aprecie más que lo local se puede crear una serie de oposiciones complementarias desiguales, que se  recrear de afuera para adentro. O sea, independientemente en lenguas diferentes surgen oposiciones complementarias, que se acercan a sus significados debido al flujo, es decir, que algunas personas obtengan acceso por otras personas a algunos de los bienes más apreciados de modo que se produzca un paraje de esparcimiento y un rincón. El campesino danés ha llamado a cada uno de ellos respectivamente ”Ovensogns” y ”Nedensogns” y el indígena Inca diría ”Hanansaya” y ”Hurinsaya” (ambas parejas de categorías significan ”parte superior/de arriba y parte inferior/de abajo”).

 

Por consiguiente, desigual. Probablemente, este sea posiblemente un modo europeo de pensar. En los Andes parecía estar siempre esta divergencia sobre este tema, y sobre si también la dualidad no siempre sea relevante.

 

Estuve también envuelto en deliberaciones alrededor de varios ejemplos de complementariedades en lo andino y lo danés, por ejemplo, las organizaciones bipartitas, tripartitas o cuatripartitas (doble dualidad), recogido en el mismo símbolo, respectivamente. La Chacana o Cruz Andina y quizás Los Quatrilobes con Nudo. El uso de analogía y correspondencia lleva el pensamiento a un colectivo analógico, en donde una persona que venga de lejos no necesariamente sea un extraña.

 

¿También tienen Ustedes un idioma nativo indígena? Me preguntaron, lo cual es una pregunta verdadera buena. Y la respuesta corta es sí.

 

Hoy en día es obvio pensar, que Cornelius Pedersen Lerche, que como enviado danés a España y coleccionista de libros y noble está propuesto para ser la persona que trajo el manuscrito de Poma de Ayala a Dinamarca y al Gabinete de Curiosidades del Rey, recibió su inspiración de esa fuente única, escrito desde abajo, para escuchar las quejas de los siervos de la gleba sobre sus condiciones y hacer planes sobre un alivio de sus tributos y prestación de servicios.

 

Fue un gran placer viajar en el Perú. Especialmente en las fincas de los Incas – dedicadas a sus cuerpos momificados tras sus muertes – ubicadas en lo alto con fantásticas vistas de las vegas y las áreas más abajo, sostenidas por terrazas y con almacenes, que parecían crecer directamente en las paredes de roca, fue una una gran experiencia verlas. También fue una buena oportunidad para escuchar el quechua hablado.  Un idioma muy difícil de aprender, cuando ya no se es tan joven en la vida.

 

Keld Anker Olsen 2023