¿De qué van a hablar un campesino danés y un indígena inca?

 

Résumé:

 

What could a Danish farmer and an Inca Indian possibly have to talk about? 

The Incaic categorization of the structure of Cuzco as being divided into two halves has a parallel in the way that a Danish rural parish might be perceived through Danish dialect. In both examples, categories of landscape appear to reflect the categories used for social classification. In terms of a theoretical model, an attempt is made to reduce the complicated Inca material to the level of the simple Danish material, and it is proposed that it is not the qualities of the terrain, but rather social relations that evoke the use of distinctions in landscape-related descriptions of the social classification.

 

Keywords:

Inca Empire, model, landscape, Danish dialect, social classification, duality. 

 

Qu’est-ce qu’un paysan danois et un Indien Inca pourrait bien avoir à se dire ?

La catégorisation inca de Cuzco structurée par une division en deux moitiés trouve son pendant dans la manière dont une paroisse rurale danoise pouvait être perçue dans le dialecte danois. Dans ces deux exemples, les catégories de paysage semblent refléter les catégories utilisées pour la classification sociale. Dans un modèle théorique, nous tenterons d’adapter le matériel inca complexe au niveau du matériel danois simple, et nous proposons de nous concentrer non pas sur les qualités du terrain mais sur les relations sociales qu’évoque l’utilisation de distinctions dans les descriptions des paysages présentes dans la classification sociale. 

 

Mots clés: 

Empire inca, modèle, paysage, dialecte danois, classification sociale, dualité.

 

¿De qué van a hablar un campesino danés y un indígena inca?

La categorización incaica de Cuzco estructurada a través de la división en dos partes se puede comparar con la forma en la que una parroquia rural danesa sería percibido en dialecto danés. En ambos ejemplos parece que las categorías de paisaje reflejan las categorías usadas para la clasificación social. En términos de un modelo teórico se intenta bajar el complicado material inca al mismo nivel que el sencillo material danés, y se sugiere, que no son las calidades del terreno sino las relaciones sociales que producen el uso de distinciones en las descripciones del paisaje en la clasificación social.

 

Palabras claves:

Imperio de los Incas, modelo, paisaje, dialecto danés, clasificación social, dualidad.

¿De qué van a hablar un campesino danés y un indígena inca?

Introducción

El Cuzco, la capital del Imperio de los Incas, estaba situada en el extremo noroccidental del valle que hoy forma parte del centro de Perú. La histórica ciudad del Cuzco tenía calles, plazas, patios, pabellones, templos de adoración y torres, todo esto situado en una región en medio de dos ríos que luego formaban una confluencia. La fortaleza de Sacsahuamán estaba situada en una colina en medio de los dos ríos y la ciudad se extendía desde allí hasta el cabo que también se lo denominaba como « La Cola del Puma », que era el lugar donde se sucedía la confluencia de los ríos.

 

La ciudad estaba dividida en Hanan-Cuzco (Alto Cuzco) y Hurin-Cuzco (Bajo Cuzco). La zona alta se hallaba cercana a la fortaleza, mientras que la baja estaba situada cerca de la confluencia. Los límites exactos de las dos zonas es una incógnita actualmente. Una división tan sencilla de la ciudad en dos zonas podría también verse como un simple antecedente descriptivo de una división de los ciudadanos en dos grupos sociales. Pero este no es el caso. En varias descripciones de crónicas que datan de los siglos XVI y XVII, descritas por españoles, y en pocas ocasiones descritas por indígenas, no se encuentra claramente ningún dato sobre quiénes eran los habitantes de las dos zonas.  

 

En la comunidad rural donde yo nací, al sur de la isla de Selandia, en Dinamarca, también se conoce una división de la comunidad en una zona alta y una zona baja. Se trataba de una división territorial a la cual se le podía dar distintos significados y que además influyó en la vida cotidiana de los habitantes hasta bien entrado el siglo XX. Este tipo de división era común durante la época del Imperio de los Incas, ya que existe un escritor que en su crónica, para describir a los ciudadanos del Cuzco, toma como punto de partida una división territorial de la ciudad. Lo difícil es entender los significados que en estas descripciones se asocia con cada grupo, por eso un análisis de la aparentemente sencilla situación de la comunidad en donde yo nací podría proveer una explicación al respecto.

 

La comunidad rural de Fodby

En la actualidad no se conocen los límites antiguos de la comunidad, pero según lo que se sabe, hacia el extremo norte se originaban dos corrientes que delimitaban al pueblo. Una de estas corrientes existe hoy en día y desemboca en la ría de Karrebæk, mientras la otra ya ha desaparecido y era una corriente que desembocaba en un arroyo, que a su vez desembocaba en otro arroyo, el cual desembocaba en la ría. La hacienda de Fodbygaard se hallaba antiguamente situada en una colina entre las dos corrientes. Había crecido muy rápidanamente del pequeño pueblo de Fodby y los vestigios más antiguos de su terraplén son más antiguos que la iglesia del pueblo, la cual data del siglo XXII. Los pueblos Bistrup, Skraverup y Stenbæksholm se encuentran más abajo, hacia la parte sur de la ría.

 

La división de la comunidad en dos zonas era antiguamente muy conocida por los habitantes de la comunidad y también por los buenos conocedores del dialecto denominado como Ømål. Mi abuelo paterno y mi padre sabían hablar el dialecto, y mi abuelo lo utilizaba hasta cierto grado en su comunicación diaria. Actualmente se puede encontrar gente de la comunidad con vastos conocimientos de palabras del dialecto.

 

Alrededor de los años 1950 a un nuevo habitante del pueblo le explicaron la división de la comunidad de la siguiente manera:

 

«… (varios hacendados estaban reunidos), todos conocían bien la comunidad, y muy explícitamente puntualizaron que existía una clara diferencia entre la zona alta y la zona baja, además aparentemente TODOS estaban seguros de pertenecer a la zona alta. Como me lo contaron a mí, eran las haciendas más grandes de la comunidad (las mejores tierras) que se hallaban en la región de dirección hacia la iglesia, mientras que las tierras que se hallaban hacia abajo en dirección hacia la ría (agua) eran pequeñas parcelas, a cuyos habitantes se los asociaba con la pesca, lo que no se consideraba de buena reputación. A mí me contaron que era muy inusual que una persona de la « zona alta » se casara con alguien de la « zona baja », y que además antiguamente existía una diferenciación en los asientos de la iglesia, ya que los habitantes de la « zona baja » tenían que ocupar los asientos del fondo de la iglesia. Antiguamente se acostumbraba tener su propio banco en las iglesias, y en las ciudades más grandes había gente que tenía bancos que se los podía cerrar bajo llave… Obviamente todos iban a la iglesia los domingos, no existían los problemas de los bancos vacíos en las iglesias », 1).

 

A pesar de que existía en la comunidad una línea divisoria hidrográfica al norte, y hacia el sur estaba delimitada por una ría, las diferencias de nivel en el terreno no eran significativas. El mínimo contraste en las diferencias de nivel del terreno entre la zona alta y la zona baja se basaba aparentemente en otros aspectos. En las descripciones se encuentran contrastes entre la región de la iglesia y « del agua », la agricultura y la pesca, y entre las haciendas más grandes y las pequeñas parcelas. Aparentemente una diferenciación política y económica resultó en una segregación social dentro de la comunidad y dentro de la iglesia. Además las terminaciones en los nombres de los pueblos « by » y « torp » (esta última terminación denominaba una congregación de viviendas temporales con nuevos habitantes) expresan primeramente diferenciaciones en lo referente a su antigüedad y a su origen. Existían diferencias en la comunidad y algunas de estas se realzaban y también se utilizaban para expresar apectos impares entre la zona alta y la zona baja. 

 

El Cuzco – la ciudad capital

El español Juan de Betanzos se casó con una princesa inca y aprendió a hablar el idioma de los incas, el quechua. En el año 1551 publicó la crónica « Suma y narración de los incas ». En esta crónica él cuenta que la planificación urbana del Cuzco estaba dividida en una zona alta y una zona baja – así como lo vieron los primeros españoles en el año 1532, esta división habría sido obra de Pachacuti, el noveno cacique inca. Este cacique inca había trasladado a los primeros pobladores del sector lejos del centro de la ciudad, que era el sector de la confluencia de los dos ríos, y colocó allí en su lugar al grupo restante de los descendientes del misterioso patriarca inca Manco Cápac.

 

La zona alta de la ciudad, situada en medio de los dos ríos – desde el templo del sol hasta la colina, donde se hallaba la fortaleza – la repartió entre sus familiares más cercanos y sus descendientes directos. Los mismos que eran incas por el lado paterno y materno. La zona baja de la ciudad, situada en medio de los dos ríos hacia abajo, desde el templo del sol hasta la confluencia de los ríos, la repartió entre tres miembros de la nobleza – quienes eran sus amigos – y los familiares de estos. Eran incas por sucesión paterna y que a pesar de ser sus parientes, eran hijos de mujeres procedentes de naciones extranjeras y de origen humilde. A los hijos varones procreados mediante tales lazos se los llamaba « guacchaconcha », que significa procedentes de gente pobre y sin linaje. A pesar de ser hijos del cacique inca se los llamaba así, y ninguna persona entre la gente más distinguida les mostraba ningún honor, con excepción de los más distinguidos entre los ciudadanos comunes, 2).

 

El texto escrito por de Betanzos no es fácil de entender. Aparentemente en sus descripciones las diferencias entre los familiares cercanos y lejanos de Pachacuti se convierten en una distinción entre los incas de pura sangre y los de media sangre. El que a los hijos varones de media sangre, que vivían en la zona baja, se les llamara « hijos pobres de una hermana » (en quechua significa guaccha « persona pobre o huérfana » y concha « hijo de una hermana »), indica igualmente un reconocimiento del parentesco, que se lleva a cabo por medio de la línea materna.

 

Para interpretar el texto escrito por de Betanzos se pueden señalar aspectos del imperio inca, donde se explica la importancia de la consanguinidad en lo que respecta la dimensión social. Cuando un cacique inca subía al trono tomaba como primera esposa a una hermana de padre y madre, y el primer hijo varón procediente de esa unión heredaría el trono de su padre. Mientras que los pequeños hijos ilegítimos del cacique solían vivir apartados de su padre. Así mismo sucedía con otros aspectos en el imperio, pues el cacique también vió necesario aumentar el control sobre los pobladores del imperio nombrando a sus hijos varones – que se tenían que casar con las hijas de los jefes de tribus locales – gobernadores provinciales, para así asegurar la circulación de productos selectos hacia las provincias y también el acceso de los productos de las provincias hacia el Cuzco. El resultado de estas condiciones político-económicas en el imperio tuvo como consecuencia el hecho que los gobernadores de las provincias eran hijos de una mujer originaria del lugar, y además tenían parentescos entre sí, como tíos maternos y como hijos de hermanas, lo cual se puede apreciar en la siguiente ilustración que representa el punto de vista de un gobernador provincial (ego):

 

 

 

 

 

 

 

Ya que el carácter local conllevaba también la sucesión de línea directa, muchos de los gobernadores provinciales crearon una descendencia directa por parte materna, ya que el hijo de la hermana remplaza al tío materno en sus funciones. Al afirmar que los gobernadores provinciales eran hijos ilegítimos del cacique a su vez hijos de una hermana se recalca su posición como incas por parte paterna y por etnia del lado materno, como se puede ver en la siguiente ilustración, 3):

Los incas de la zona baja del Cuzco son descritos por de Betanzos como si formaran una línea  de descendencia local por el lado materno (es decir como una serie de letras B). Es como si ellos debían estar de parte de los vencidos y de tal manera corroborar las historias sobre los incas que eran una nación de invasores, y que el Hurin-Cuzco (Bajo Cuzco) había sido la primera provincia de su imperio (es decir una zona invadida).

 

El estado de pérdida de la pureza sanguínea también se demostraba en las ceremonias públicas. En la plaza grande del Cuzco los descendientes de los gobernantes de la « zona baja » formaban las últimas filas durante procesiones religiosas y en las formaciones ocupaban siempre la parte izquierda de la plaza, para así indicar que pertenecían a la clase de « los subordinados ». De igual manera, en algunas crónicas se hace referencia a antiguos soberanos incas,después de « la parte alta » de la dinastía de los conquistadores incas (dinastías VI-XI), y así pasan a segundo plano y no se les atribuye mayor importancia en la historia del imperio. Pero esto no está de acuerdo con la propia historia familiar contada por antiguos soberanos en lo que se refiere a su antigua posición como clase dominante, y también a sus hazañas de conquista.    

 

Conclusión 

La comunidad rural de Fodby está habitada por personas que acuden a una misma iglesia, mientras que los habitantes de la parte central de la histórica ciudad del Cuzco son descendientes del mismo patriarca. De todas maneras existen dos distintos partidos, que están localizados y que poseen características propias. Las denominaciones de estos partidos expresan en ambos lugares diferencias en el nivel del terreno, y en sentido figurado expresan también diferentes posiciones sociales.

 

Notas:

1)    Información provista en persona, por el Conde Jørgen Ahlefeldt-Laurvig, gentil-hombre de cámara.

2)    Betanzos 1987, pp. 77-78 y 1996, p 71. 

3)    Friedman 1981, Figura 2, aplicada al material sobre los Incas.

 

Bibliografía:

 

BETANZOS Juan de

1987 (1551) Suma y narración de los incas. Transcripción, notas y prólogo por María del Carmen Martín Rubio, Atlas, Madrid.

 

BETANZOS Juan de

1996 (1551) Narrative of the Incas, translated and edited by Roland Hamilton and Dana Buchanan from the Palma de Mallorca manuscript, University of Texas Press, Austin. 

 

DAHL Svend C.

1991 « På vej mod Fodby », Liv og Levn, 5, pp. 11-18.

DEHN-NIELSEN Henning

1995 Kirker og Klostre i Danmark, Forlaget Sesam, Viborg.

 

FRIEDMAN Jonathan

1981 « Notes on Structure and History in Oceania », FOLK, 23, pp. 275-295. 

 

FRIEDMAN Jonathan and Michael ROWLANDS

1977 « Notes towards an epigenetic model of the evolution of « civilisation » », in Jonathan Friedman and Michael Rowlands (eds.), The evolution of Social Systems, Duckworth, London, pp. 210-276. 

 

JØRGENSEN Bent

2001 Danmarks Stednavne, 24, Afdeling for Navneforskning, Universidad de Copenhague, Copenhague.

OLSEN Keld 

1986 « Inkariget – en arkaisk civilisation », Specialerække, 10, Institut for Etnologi og Antropologi, Universidad de Copenhague, Copenhague.


 Ømål-seddelsamling, Afdeling for Dialektforskning, Universidad de Copenhague.


Keld Anker Olsen 2006 (2005)